viernes, julio 26, 2024

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NI AGUA HERVIDA

Continuaron las protestas en Medellín y otras ciudades como Bogotá y Cali durante el Paro Nacional, que por el momento, ha dejado dos muchachos muertos, uno por el impacto de un explosivo del ESMAD y un soldado que se suicidó por el acoso de compañeros por el hecho de apoyar la protesta.

Las trifulcas en las que uno que otro policía resultó golpeado, con un ojo afuera o cráneo fracturado evidencian la polarización entre gobierno y clase obrera en la que cabe el movimiento estudiantil.

Lo claro es que en el ambiente, ocho días de paro, cese y trancones ocasionados por el bloqueo de vías agotan no sólo al ciudadano promedio, sino también a los líderes del movimiento. La mayoría de los colombianos que fungen de espectadores se están cansando de los cacerolazos porque no dejan dormir por el simple hecho que hay que trabajar al otro día.

Joder el Metroplús o pintar el Metro desgasta la popularidad de la protesta, impide la movilidad de los mismos que quieren participar en las marchas y no se le hace ni cosquillas a ningún estamento del poder. Iván Duque, el Sub, no tiene que ingresar al Palacio a pie limpio cuando bloquean la movilidad de una ciudad.

Las acciones de facto, que generalmente se usan para desestabilizar el establecimiento y la institucionalidad son importantes hasta cierto grado, pero cuando las afectaciones se presentan entre el mismo pueblo no se puede seguir buscando el “muerto río arriba”, “el muerto” está en la Casa de Nariño…

En medio del Paro Nacional que tiene tirando piedra a unos y otros, no solamente en las calles, sino también en redes sociales contra Iván Duque, se inició la Gran Conversación Nacional para intentar dar solución a los actuales problemas sociales y financieros del país.

El problema del Presidente Duque para sacar avante esa “Gran Conversación” es la falta de confianza y credibilidad puesto que desde el inicio de su mandato ha incumplido las promesas de campaña, empezó mal, sigue mal…

Cambios en el Sistema General de Salud, reformas pensional y laboral, e incremento del presupuesto para universidades públicas, son, entre otros, los puntos a analizar que exigen los líderes de la protesta.

Pero Duque es flojo, carece de carácter y de estrategia más bien poco. Con la falta de comunicación y divisiones que existen no sólo al interior del Gobierno, sino también en su Partido Centro Democrático que más parece de oposición, ahora, le da por insistir en el trámite en el Senado del Proyecto de Reforma Tributaria que contiene puntos en varios de sus artículos que no le gustan a la gente que está protestando en el calle. ¡Qué mala idea!…

La relación Congreso – Gobierno no es la mejor, y en ese sentido, la Gran Conversación Nacional de Duque cojea mientras no incluya, también, a los políticos en esos diálogos de café con leche.

Las diferentes bancadas partidistas que intervienen en el Congreso de la República son fundamentales, pese a su clientelismo, para que el gobierno funcione como debe ser, pero desde la Casa de Nariño algunos de sus integrantes no quieren ni siquiera compartir un vaso de agua hervida para evitar el reparto de mermelada.

Lo otro es que a muchos, la Gran Conversación Nacional de Duque les suena más a costurero de viejitas que otra cosa. Para el exministro del Interior Fernando Londoño gran opinador involucrado en el escándalo de Invercolsa que tendrá que devolver 145 millones de acciones a Ecopetrol, Iván Duque debe hacerse a un lado de sus funciones como Presidente de la República.

Londoño Hoyos, godo, super godo, beligerante con humor negro y bastante sarcástico dijo que “mientras conversa” con los líderes de la protesta social, “alguien tiene que gobernar”. “Para qué Presidente si el Presidente está conversando y no gobernando”, sostuvo…

El país perdió la confianza en el gobierno de Duque, porque carece de credibilidad y la reputación que construyó durante su paso por el Congreso, la perdió por la sencilla razón que entre lo que dice y lo que hace no hay coherencia, además, qué se puede pensar de un Presidente que escribe Colombia con “P” mayúscula…

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.