viernes, octubre 11, 2024

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¿GRISALES, PREVARICADOR?

El delito de -prevaricato por omisión- es la conducta del funcionario que retarda, deniega, omite o rehúsa un acto propio de sus funciones, delito esencialmente doloso en el que el agente obra con el propósito de no cumplir con su deber.

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Muchas son las críticas que carga en los hombros el recién posesionado alcalde de Guarne, Mauricio Grisales por su indiferencia y pasividad frente al grave problema de invasión de tierras que se viene presentando en este municipio del oriente de Antioquia.

La indiferencia del nuevo mandatario es de tal proporción que parece como si Grisales tuviera la oreja mocha puesto que sabe y está enterado de los más mínimos detalles de las actividades ilegales que se están presentando en algunas de las veredas de Guarne, actitud con la que se podría tipificar el grave delito de -prevaricar por omisión- por parte de un funcionario o servidor público.

Dice la ley que el delito de -prevaricato por omisión- es la conducta del funcionario que retarda, deniega, omite o rehúsa un acto propio de sus funciones, delito esencialmente doloso en el que el agente obra con el propósito de no cumplir con su deber. De acuerdo con la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, el -prevaricato por omisión- se estructura por el incumplimiento de un deber legal propio del funcionario.

El hecho es que el exalcalde Fabián Betancur, y, peor aún, el actual mandatario, Mauricio Grisales siempre estuvo y ha estado enterado de las invasiones de tierra que se vienen presentando en algunas de las veredas de Guarne sin haber tomado cartas en el asunto, que, por no actuar, se le está convirtiendo en un gran dolor de cabeza.

Desde el año pasado, varios de los habitantes de la vereda El Guamito hicieron las denuncias y pusieron el grito en el cielo frente a los movimientos de tierra, que, sin autorización por parte de la Alcaldía, además de las autoridades ambientales se vienen haciendo en la zona.

De acuerdo con la denuncia, la mayor preocupación es que las construcciones ilegales se vienen adelantando al borde de la quebrada sin contar con la tala indiscriminada de árboles que podría generar una emergencia propiciada por la intensa temporada de invierno.

¿LA AUTORIDAD?

Por la denuncia de la comunidad de la vereda El Guamito de Guarne, la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los ríos Negro y Nare, CORNARE, realizó una visita al predio en la que confirmó la tala de 13 árboles ciprés, además que constató que se han hecho trabajos de construcción a medio metro de distancia de la quebrada que pasa por el predio sin ninguna clase de permiso por pate de la autoridad ambiental.

Lo paradójico del asunto es que, aunque la alerta de Cornare puso al tanto a la administración municipal de Guarne y a su alcalde Mauricio Grisales quien confirmó que dichas obras carecen de licencias y permisos para posteriormente ordenar la suspensión de la obra, los trabajos continúan sin ningún problema.

Qué es lo que no funciona entonces, o el alcalde está pinta’o, o, simplemente sus subalternos no copian sus órdenes como la dirección de planeación, ente encargado de emitir o no las licencias de construcción…

Aunque al presunto dueño del predio en El Guamito se le notificó que debe suspender los trabajos de construcción, la comunidad reiteró que la obra continúa, pero con más sigilo.

“Ellos siguen trabajando, entonces por decir algo yo veo gente trabajando y llamo a la inspección y llamamos todos los vecinos, ponemos queja de todo y ya cuando viene la policía ya todo se desaparece”.

La invasión de terrenos no es un problema de poca monta, por lo que el alcalde de Guarne, Mauricio Grisales deberá estar altamente preocupado.

Entre las denuncias conocidas se encuentran la de sujetos que no sólo se apoderan de la tierra que no les pertenece, provocando desplazamientos forzados de familias; sino que en dichos terrenos adelantan construcciones de vivienda que posteriormente son vendidas a terceros.

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Personas afectadas llaman la atención en la permisividad de las autoridades por un aspecto contundente: -las casas que se ofrecen a la venta carecen de licencia de construcción, pero gozan de servicios públicos domiciliarios y su respectiva placa huella construida por la administración municipal-.

Hechos como el anterior revela que los delincuentes que se dedican a la invasión de tierra de propiedad de terceros gozan de la complicidad de los gobiernos de turno, de alcaldes y funcionarios corruptos que facilitan “las vueltas”, además de los políticos con incidencia e intereses propios con asiento en el Concejo de Guarne, Asamblea de Antioquia y Congreso.

Lo otro es que “ese presunto concierto para delinquir” no sólo funciona con los de arriba. Para que “las vueltas” se hagan bien, hay que contar con la influencia que ejercen los inspectores de policía que poco o nada hacen en sus jurisdicciones que llegan a sus puestos gracias a sus amigos los políticos con el fin de servirle bien a su jefe.

Ni el ministerio del Medio Ambiente, ni Agricultura, menos Cornare, además de la Fiscalía y Procuraduría han llegado a Guarne con el fin de verificar lo que pasa con la venta y compra de terrenos ilegales. Una de dos, o el alcalde Grisales no sirve para solucionar esta clase de problemas o está comiendo de esa torta…

Un par de preguntas son las que debería contestar el recién posesionado alcalde de Guarne:

¿Por qué se adelantan obras de vivienda sin licencia de construcción, pero con servicios públicos domiciliarios de EPM?, y, además, ¿por qué operan locales comerciales como tabernas, cantinas y comidas rápidas sin licencia de funcionamiento?

Alcalde Mauricio Grisales recuerde que la «caca» que heredó de su antecesor, es su deber y responsabilidad limpiarla, porque, de lo contrario, usted estaría prevaricando por omisión, un delito que, en su posesión, usted juró evitar cometer…

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.