viernes, julio 26, 2024

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IMPOTABLES E IDEÁTICOS

Las diferencias generadas por conceptos, estilos y modo de hacer las cosas entre la gerencia y la Junta Directiva del Hospital General de Medellín son otros de los “sapos” que le tocará tragarse al Alcalde Federico Gutiérrez.

Ahora al “malquerido” y cuestionado gerente Jesús Eugenio Bustamante Cano, dicen en la Alcaldía, supuestamente le dio por argumentar que no tiene ningún problema en administrar el Hospital sin el apoyo de la junta o aprobación del Alcalde.

Pero una cosa piensa el burro y otra muy distinta quien lo cabrestea. Las pruebas que presentó el concejal Bernardo Alejandro Guerra desde el inicio de los cuestionamientos por la presunta manera irregular en que se eligió a Bustamante Cano para la gerencia del “General” son más que contundentes.

El sólo hecho de analizar la forma sospechosa en que se adelantaron los exámenes de méritos en la Universidad de Medellín, el seguimiento y evaluación a proveedores que se contrataron para la compra de material de cirugía ortopédica con el 500% de sobrecosto dejan mal olor…

Las posturas de los concejales Ramón Acevedo, Rober Bohórquez, Jesús Aníbal Echeverri y Luz María Múnera, quienes defendieron a ultranza la designación de Jesús Eugenio como gerente, pese a las denuncias por presuntos actos de corrupción en el hospital, dejaron mucho que pensar…

Acevedo, Bohórquez, Echeverri y Múnera restaron importancia a las denuncias para convertir en una rencilla de egos, el análisis de un tema de interés para la ciudad en el que las diferencias políticas y formas de pensar deben quedar a un lado.

Que Bernardo Alejandro Guerra es impotable, ideático y terco como una mula, y que además su estilo generó que lo odien hasta en el Partido Liberal, es probable, pero que otros corporados ignoren los hechos que se presentan en el Hospital General convierten este tema importante en una insensata pelea de poder.

El fin de semana pasado el asistente de una concejala que hace también carrera para impotable, ideática y terca como mula, me abordó para narrar sus impresiones sobre el tema del Hospital General. De ese monólogo, entendí que el problema de los políticos y sus cohortes es que pretenden imponer su verdad como verdad verdadera para demostrar que los demás están equivocados, craso error…

Lo cierto es que en el Hospital General de Medellín para los corporados Acevedo, Bohórquez, Echeverri y Múnera no pasa nada. Ahora los juzgados cuarto y séptimo civiles municipales y de oralidad embargaron varias cuentas bancarias de la entidad hospitalaria debido a que demandantes requieren que el proveedor International Marketing Servicie se ponga al día con sus obligaciones.

La pregunta que, supongo, para Acevedo, Bohórquez, Echeverri y Múnera no debe ser de importancia, es por qué causa, razón o circunstancia terceras personas o empresas le cobran a un proveedor $655’000.000 (seiscientos cincuenta y cinco millones de pesos) a través del embargo de las cuentas bancarias de Hospital General de Medellín. Ver embargo1 Ver embargo2

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.