Por muchos años lo que pasa en torno al Grupo Empresarial Antioqueño, GEA, conocido anteriormente como “Sindicato Antioqueño” era más que un misterio por su injerencia en la actividad empresarial y pública de la ciudad y el departamento.
Los integrantes de la actividad política, estaban convencidos, que sin el apoyo del grupo económico era bastante difícil llegar al poder, o inclusive, lograr una posición empresarial influyente en esta comarca. Sin embargo existe una circunstancia inevitable que mide a los seres humanos sin preferencia alguna. El tiempo es implacable con todos. Nicanor Restrepo, uno de los mayores lobistas del GEA, murió. María Inés Restrepo después de sus desaciertos en Comfama, se jubiló.
Carlos Raúl Yepes, quien asesora al Alcalde Federico Gutiérrez y liderara por varios años el manejo de Bancolombia, renunció, aunque otros manifiestan entre dientes que lo sacaron por el manejo que le estaba dando al banco.
Mauricio Toro, gerente de Protección salió por haber cumplido los topes de edad para el manejo de la empresa y a Jorge Alberto Vélez, quien liderara por varios años la cementera Argos y se desempeñara, además, como uno de los líderes más sobresalientes del GEA lo reemplazaron con el exgerente de Empresas Públicas Juan Esteban Calle.
Lo mismo está pasando con Ricardo Sierra, amiguísimo del Alcalde, y gerente de Distrihogar, lo sacaron de la Junta de Bancolombia, pero lo metieron a la de EPM.
Otro de los influyentes, Carlos Mario Giraldo del Éxito se lo llevaron a gerenciar el Grupo Casino, tarea que lo tiene absorbido totalmente como para preocuparse por la actividad política.
Pero habrán más movimientos al interior del GEA. El asunto que tiene preocupados a varios de los integrantes de la política doméstica es que el actual presidente del Grupo Sura, David Bojanini estaría próximo a dejar la empresa por asuntos de jubilación. Ese movimiento tiene en aprietos a un posible aspirante a la Presidencia de la República a quien ya no le pasan al teléfono.
